En la región de Asia-Pacífico (APAC), hay una serie de mercados de comercio electrónico que funcionan muy bien. En muchos casos, por ejemplo en Vietnam, Malasia o Tailandia, esto puede atribuirse al desarrollo económico en curso. La nueva afluencia de la clase media, las mejoras en las infraestructuras y la rápida adopción de la tecnología digital son factores que van de la mano con el crecimiento hacia el comercio electrónico.
En el caso de Oceanía, sin embargo, el crecimiento duradero del comercio minorista en línea tiene raíces ligeramente diferentes. Nueva Zelanda y Australia ya cuentan con mercados y economías de comercio electrónico maduros. Entonces, ¿qué es lo que impulsa las compras para que esta zona concreta de APAC sea tan atractiva para los minoristas mundiales?
Las economías digitales de todo el mundo experimentaron un rápido ascenso cuando el virus COVID-19 provocó un cierre generalizado en la mayor parte del planeta. Mientras el público se quedaba en casa para contener la propagación del virus, acudía en masa a la venta online para comprar los artículos de primera necesidad que ya no podían recoger en las tiendas.
Pero en el caso de Australia y Nueva Zelanda, la respuesta a la pandemia fue especialmente cautelosa, lo que supuso que grandes proporciones de la población pasaran períodos especialmente prolongados encerrados. Con tanto tiempo encerrados, los australianos y neozelandeses contribuyeron a un crecimiento interanual del 20% en 2021.
Entre estos consumidores en línea, 2,5 millones de australianos y 306.000 neozelandeses compraban por primera vez en línea, lo que explica en parte el impresionante aumento de los ingresos del comercio electrónico. Para estos recién llegados, la comodidad probada de las compras en línea significa que es poco probable que vuelvan a sus hábitos de compra anteriores a la pandemia en el futuro.
Ingresos, conectividad y uso de las redes sociales de los australianos
La pandemia también coincidió con un increíble aumento del 49% en las compras en línea de artículos para el hogar y electrodomésticos en toda Oceanía. Hasta cierto punto, el hecho de que los consumidores australianos pudieran derrochar en mejoras del hogar y artículos de lujo es indicativo de su riqueza relativa; Australia y Nueva Zelanda tienen valores de PIB per cápita de 61.941 libras y 44.226 dólares, respectivamente.
Como se espera de países con un PIB elevado, tanto Nueva Zelanda como Australia tienen una alta penetración de Internet (92% y 91%), así como la infraestructura digital y física necesaria para apoyar un comercio electrónico eficaz.
Gracias a esta infraestructura digital, ambos países también tienen un elevado uso de las redes sociales. Las redes sociales desempeñan un papel fundamental en las compras transfronterizas de los consumidores. Por ejemplo, 250 millones de dólares del gasto anual en comercio electrónico de Nueva Zelanda se realizan a través de las plataformas sociales.
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