Como parte de la investigación para tu informe sobre el sector minorista del comercio electrónico en Francia, RetailX entrevistó Arnaud Lorant, Director de Desarrollo de Mercado de Comercio Electrónico de Asendia (Francia), para conocer su opinión sobre el tercer mayor mercado de comercio electrónico de Europa. Este es un avance de lo que aprendimos, con más información disponible en el informe que se publicará próximamente.
I¿De qué manera han cambiado las expectativas de los consumidores franceses y de las entregas en los últimos años?
Los consumidores son conscientes de que los dos últimos años han sido difíciles para los comerciantes electrónicos. Han sido indulgentes con los plazos de entrega y los retrasos causados por la pandemia, que supuso un auge del volumen de pedidos en línea, mientras que las redes de entrega se enfrentaban a problemas de personal, transporte y aduanas.
Sin embargo, para muchos compradores, la pandemia es una noticia antigua y es menos probable que sean fieles si siguen existiendo ineficiencias y retrasos durante la experiencia de compra electrónica. De hecho, ahora esperan una experiencia de entrega más flexible, que se adapte a su "nueva vida normal".
¿Qué significa esto para los minoristas electrónicos?
Muchos consumidores tienen ahora una vida laboral híbrida, con el tiempo dividido entre la oficina y el hogar, por lo que quieren opciones de entrega que se adapten. La entrega a domicilio sigue siendo el método de entrega preferido en Francia, pero los puntos de recogida (oficinas de correos, tiendas y taquillas), así como las opciones de "click-and-collect", están empezando a atraer a un número cada vez mayor de consumidores. Es probable que esta tendencia continúe y que La Poste desarrolle sus soluciones flexibles de entrega y devolución.
¿Cuáles son los principales retos para los minoristas de comercio electrónico?
La pandemia llegó en un momento en el que ya había importantes retos en torno al Brexit y a los cambios en la legislación del IVA de la UE; fue una tormenta perfecta. Además, las autoridades fiscales francesas han planteado nuevas exigencias a los importadores para 2022.
Los minoristas más grandes, con personal centrado en la logística, los impuestos y la legislación, han podido prepararse para estos cambios (no sin tensiones significativas), pero muchos vendedores en línea más pequeños todavía están tratando de superar los obstáculos. Por eso nos hemos asociado con una consultora internacional especializada que puede ofrecer apoyo en el registro de las IOSS y en cuestiones fiscales.
¿Qué deben tener en cuenta los minoristas al entrar en el mercado francés?
El mercado francés del comercio electrónico es competitivo pero diverso. Se caracteriza no sólo por la presencia de numerosos mercados en línea, sino también de muchas tiendas electrónicas locales. Por ello, los minoristas extranjeros que se introducen en el mercado deben tener una ventaja competitiva, ya sea su marca, su precio, su escasez, su calidad inigualable o cualquier otra cosa.
Optimizar una tienda para el mercado francés es vital. Los franceses esperan ver un sitio web en su idioma y moneda, con opciones de pago locales y opciones de entrega conocidas; siendo La Poste y su marca de paquetería Colissimo las más populares.
¿Podría hablarnos también de los planes de expansión o innovación de Asendia en Francia?
Con La Poste como empresa matriz, Asendia es experta en el mercado francés y es la primera en conocer sus innovaciones de servicio. Tenemos un acceso único a la red postal de La Poste y a las soluciones de paquetería de sus marcas Colissimo y Chronopost.
Mailbox Returns de Colissimo es un gran ejemplo de cómo se han adaptado a las demandas del mercado. En una investigación, la mayoría de los consumidores dijeron que preferían una recogida en casa, y ahora con Mailbox Returns el comprador puede dejar el paquete en su buzón, y La Poste y Asendia se encargan del resto.
Además, según varias encuestas, los consumidores franceses están muy interesados en la entrega ecológica, y desde 2022 Asendia se ha convertido en una empresa neutra en carbono, y La Poste está invirtiendo mucho en vehículos eléctricos, edificios con bajas emisiones de carbono y proyectos de energía renovable.